Ciento veinte años atrás, en 1881, el café colombiano comenzó a tomar posición como el sustento más firme de nuestra economía, el producto insignia de Colombia ante el mundo, y el que durante más de un siglo sería el mayor generador de divisas para el país.
Al completarse, en 1982, el primer siglo de auge de la industria del café, el Comité Departamental de Cafeteros del Quindío. apoyado por la Federación Nacional de Cafeteros, propuso honrar la tarea de los caficultores colombianos, y sobre todo, la cultura patria con la construcción de un gran parque temático, idea que fue aprobada en 1986, y a la cual se le dio el nombre de Parque Nacional del Café, cuya construcción se inició en 1990, en dos fincas donadas por el Comité Departamental del Quindío: La Paquita y La Esmeralda, que suman un total de doce hectáreas.