Flora y fauna
Carpanta alberga un complejo de comunidades bióticas, que debido a la influencia humana fuera de la Reserva a nivel regional se encuentran bastante amenazadas. Como resultado, en esta pequeña área se protege una considerable diversidad de flora y fauna andina en unos pocos tipos fisionómicos de vegetación. El valor principal de la Reserva radica en que contiene bosques que en gran parte no se han explotado y representan formaciones florísticas típicas del ecosistema alto andino. Investigaciones adelantadas sobre la flora de la Reserva demuestran, por ejemplo, la presencia de unas 70 especies de plantas, con un patrón general de disminución en la riqueza a nivel de familias y especies a lo largo del pequeño gradiente altitudinal.
En el sector de la cabaña Siete cuerales, por ejemplo, entre 2.350 y 2.390 msnm, en un muestreo realizado en un décimo de hectárea para plantas con diámetro a la altura del pecho (DAP) superior a 2,5 cm, se encontraron 36 familias (dominan Lauraceae, Rubiaceae Composítae, Melastomataceae, Euphorbiaceae y Ericaceae) y el número de especies se situó entre 74 y 82, con una dominancia numérica de los géneros Faramea, Cusareas, Palicourea, Hedyosmun, Brunellia, Clusia, Weinmannia y Biiia.
En la parte alta de la Reserva (sector Dunning) entre 2.800 y 2.900 msnm en un muestreo equivalente, el número de familias fue de 23 (dominando Myrsinaceae, Guttiferae, Melastomataceae y Aquifoliaceae) y el número de especies se situó entre 44 y 50 con una dominancia de Chusquea, Geonoma, Weinmannia, Hedyosmun, Scheflera, Miconia, Arclísía y Ocotea entre otras.
La flora del páramo en Carpanta no ha sido estudiada. Existen formaciones del sub páramo antrópico y páramos verdaderos dominados por Chusquea tesaliata, característicos de las vertientes atmosféricas húmedas. En estas formaciones vegetales sobresale la presencia de los frailejones Espeletia kiiipi y en especial de Espeletia uríbeíi, endémico regional.
Carpanta contiene una muestra típica de la fauna de las formaciones altoandinas (2.600 msnm) de la vertiente este de la Cordillera Oriental en Cundinamarca, por encima de los 2.500 m, aunque algunas especies se encuentran muy disminuidas o ya no están presentes. Presumiblemente existió en la zona la Danta de Páramo. Otra especie, con presencia comprobada, pero muy escasa, es el Oso de Anteojos; otras presentan claros signos de recuperación, como el venado de páramo. Además se encuentran el Zorro Gris de monte, los cusumbos y guaches, el Ulamá y el Tinajo más un gran número de pequeños mamíferos.
La avifauna de la Reserva está compuesta por 156 especies, entre las cuales sobresalen aves típicas del suelo del bosque y ocasionalmente en áreas abiertas, como la, los aguardienteros y las correlonas, esta última registrada por primera vez en este sector de la Cordillera Oriental. En la parte alta y media del bosque se destacan las pavas, los azulejos de montaña, las tángaras, el Clarinero, los paletones, el Periquillo endémico regional, los, el Picaflor Collarejo y el Picaflor de Patas Emplumadas. Los anfibios no han sido estudiados en la Reserva.