PLAZA DE BOLÍVAR

Patrimonio Arquitectónico

Cuando Gonzalo Jiménez de Quesada, después de zanjar su pleito con Nicolás de Federmán y Sebastián de Belalcázar, pudo fundar la ciudad de Santa fé de Bogotá, tuvo en mente, al hacer el trazado de la plaza mayor, que no sólo se trataba de una plaza para la capital del Nuevo Reino de Granada, sino del corazón de ese reino. Como lo anotó el geógrafo Agustín Codazzi trescientos años más tarde, Quesada tuvo la intuición genial de la influencia orientadora que Bogotá ejercería sobre el resto de la Nación, y bajo ese concepto trazó y construyó la Plaza Mayor.

Alrededor de la plaza de Bolívar se ha formado un núcleo cultural quizá único en América Latina, uno de los factores que hacen tan atractivo el centro histórico de Bogotá, aparte de su peculiar mezcla de arquitectura colonial republicana. En la plaza de Bolívar palpita el corazón y vibra el alma de nuestro país, todos los días, desde 1539. No obstante los grandes cambios y los grandes desastres que la han afectado en los cuatrocientos sesenta y tres años que lleva de creada, la plaza ha conservado su efigie, semejante a una postal que le sirve de tarjeta de identidad a la capital de Colombia.

Como bien lo observó el ensayista e historiador Juan Crisóstomo García,”la Plaza de Bolívar es el trasunto de un pueblo entero”.

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