Características generales
· CENTRO HISTORICO
No obstante la incontrolada invasión de construcciones modernas, nada armónicas con la arquitectura colonial, Tunja posee uno de los mas hermosos centros históricos del país, formado alrededor de la bellísima Plaza de Bolívar, corazón de la ciudad, ubicada entre las calles 6ª, norte, y 7ª sur, y las carreras 3ª, oriente, y 4ª, occidente.
Contiguas a la Catedral, la casa cural, conocida como La Atarazana, con arcos y columnas de estilo sevillano, y la del fundador, Gonzalo Suárez y Rendón, convertida en museo.
Construcción de dos pisos, hecha hacia 1560, con pronunciada influencia del mudéjar andaluz, que conserva en su interior los muebles de la época, y asombrosos artesonados y frescos con dibujos de flora y fauna.
Completan el Centro Histórico de Tunja otras bellas casas coloniales, como la del escribano Juan de Vargas, con frescos en el techo que los expertos han calificado como “únicos en Latinoamérica”; la del presbítero don Juan de Castellanos, autor del más extenso poema en la historia de la literatura; la de don Jerónimo de Holguín, y la del capitán Luis Mancipe, una de las joyas deslumbrantes en nuestra corona arquitectónica colonial.
La Catedral, hecha en estilo gótico mudéjar, es la más antigua de las catedrales colombianas y una de las más antiguas de América. Fue construida por el maestro Bartolomé Carrión entre 1598 y 1600.
· SANTO DOMINIO Y EL ROSARIO
La primera y definitiva impresión que este templo imponente deja en quienes lo visitan, es la de que fue pensado para servirle de marco a la Capilla del Rosario. En eso estriba la grandiosa originalidad de Santo Domingo: el templo es el marco y la capilla el cuadro.
El templo de Santo Domingo, concluido hacia 1568, en estilo barroco, acompaña al claustro, de estilo mudéjar, y se compone de una nave amplia y dos laterales, estrechas y más bajas, que contienen las capillas de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario, considerada una obra maestra del barroco americano, y la de la Virgen de la Antigua, cuya imagen, en un pequeño cuadro moldurado con incrustaciones de porcelana ilustradas con dibujos chinescos, reposa sobre un altar dorado.
La Iglesia de Santo Domingo ofrece a la contemplación de los fieles turistas cuadros del maestro Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos que muestran aspectos de Santa Catalina, Santo Domingo y San Francisco. No es el menor de los atractivos de Santo Domingo la magnífica estatua del Judío Errante, a la que los tunjanos de la Colonia, y aun los de la República, le atribuían la facultad de hablar para pedirles a los legos que compartieran con él sus alimentos.
La Capilla del Rosario es el fruto de un legado del regidor y capitán García Arias Maldonado, quien al fallecer en 1568 destinó en su testamento los dineros para construir en el templo de Santo Domingo una capilla consagrada a Nuestra Señora del Rosario, donde debería sepultársele, al pie de la puerta.
La Capilla fue construida a partir de 1569 por el pintor quiteño Fray Pedro Bedón, que hizo de ella una de las expresiones más notables del arte colonial americano. Los quince misterios del Rosario fueron tallados en bajorrelieve, y dentro del camarín el artista Roque Amador esculpió la estatua de la Virgen.