Características generales
Los ecosistemas presentes en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo, se caracterizan por ser ecosistemas marinos, donde predominan los arrecifes coralinos, excelentes barreras contra la erosión marina e incluso tienen un gran valor estético lo que les da una importancia recreacional invaluable. Los arrecifes coralinos, considerados como ecosistema esencial, son muy vulnerables por tratarse de comunidades muy específicas que demandan aguas transparentes, luz, sustratos estables, salinidades y temperaturas constantes que fluctúan entre los 25 y 30 grados centígrados. Las áreas coralinas del Parque Corales, ocupan 191.68 km2 , los cuales representan el 72% de las áreas coralinas del Caribe continental colombiano.
Otro ecosistema de gran importancia es el de los Manglares, considerados como ecosistemas altamente productivos al proveer variados recursos de flora y fauna que el hombre aprovecha directamente. Se ha estimado que las dos terceras partes de la población de los peces tropicales en el mundo, dependen de las áreas de manglar y los detritos exportados por éstos. En el Parque Corales, se encuentran 5 especies de mangle, mangle Rojo (Rhizophora mangle), mangle Amarillo (Laguncularia racemosa), mangle bobo o Zaragoza (Conocarpus erecta) y mangle negro o salado (Avicennia germinans).
El ecosistema de pastos marinos, constituye un área de 3.035 has. en el Parque Corales. Sirven como hábitat, alimento y origen de cadenas alimenticias y refugio de innumerables especies marinas. Son plantas vasculares o plantas con flores, que han desarrollado la capacidad de realizar todo su ciclo de vida sumergida en agua salobre o salina. Habitan aguas someras hasta 20-30 m de profundidad, alcanzando su máximo desarrollo a profundidades menores de 10 m y se desarrollan generalmente sobre sustratos de arena en aguas altamente iluminadas y preferiblemente calmadas. Contribuyen a la recirculación de nutrientes y estabilizan el sedimento de la línea de costa. Una de las especies de pastos marinos identificados en el Parque, es la Thalassia testudinum, la cual es la fanerógama más abundante, extensa e importante del Caribe; los rizomas de éstos pastos compactan las arenas, guijarros y fragmentos calcáreos, dándole mayor firmeza al fondo.
Los litorales rocosos y arenosos, comprenden otro de los ecosistemas protegidos en el Parque corales, constituidos básicamente por la franja arenosa de playas, especialmente las que se encuentran en las cuatro zonas intangibles del Parque (Isla Rosario, Isla Tesoro, Isla Maravilla e Isla Mangle). De igual forma estas formaciones arenosas constituyen en otros sectores del Parque, uno de los principales atractivos naturales para los visitantes. Las playas del Parque, son de origen marino gracias a los fragmentos de coral, esqueleto de animales muertos como conchas de caracol y la actividad biológica de algunas especies marinas como el pez loro, el cual a través de sus excrementos aporta arena a los litorales.
El Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y de San Bernardo, presenta en su zona de influencia, 12 asentamientos conformados por poblaciones que habitan y derivan su sustento principalmente de las actividades económicas que se desarrollan alrededor del mismo, las cuales tienen un contacto directo con los recursos marinos y costeros, éstas son: Bocachica, Caño de Oro, Punta Arena y Tierra Bomba (corregimientos insulares del Distrito de Cartagena de Indias, ubicados en la Isla de Tierra Bomba); Ararca, Santa Ana y Barú (en la Isla de Barú); Isla Grande (en el Archipiélago del Rosario); Santa Cruz del Islote, Isla Múcura e Isla Ceycén (en el Archipiélago de San Bernardo) y la población de Isla Fuerte. De éstas 12 comunidades, las poblaciones de las islas de Múcura, Ceycén y el Islote Santa Cruz de los Pescadores en el sector sur del Parque, caracterizadas por su arraigo, convivencia tranquila y deseo de permanencia; la comunidad de Isla Grande, como epicentro de las actividades económicas para la población de las islas del archipiélago de Nuestra Señora del Rosario, y los pobladores de Barú, Santa Ana y Ararca, cuya importancia se deriva de la relación de éstos con el sector de Playa Blanca, por la gran afluencia de turistas, constituyen las principales comunidades del área de influencia del Parque por su cercanía y dependencia con el mismo.
Entre los habitantes de la franja litoral, se han consolidado prácticas culturales bastantes generalizadas alrededor de las actividades de la pesca de susbsistencia, el turismo convencional, el cultivo de pequeñas parcelas y la extracción de recursos del manglar, entre otros. Un sector de la población son artesanos y comercializan sus productos entre los visitantes del Parque. Entre los diferentes grupos existen diferencias relacionadas con los patrones de asentamiento, el referente paisajístico y la dinámica histórica humana como ambiental, otras resultan del abandono de las actividades productivas tradicionales como consecuencia, en parte, de la proximidad a las ciudades y poblados, la ocupación turística, la ocupación y practicas industriales y la construcción de obras civiles.
Vivir de la tranquilidad, de derivar su sustento del medio que los acompaña, ya sea directa o indirectamente, los hace sentirse felices y les permite disfrutar de un ambiente de sana convivencia con vecinos, familiares o pobladores aledaños, compartir el fandango y las integraciones alrededor de la música, por ejemplo, se convierten en valores inigualables, que motivan su deseo de permanecer allí toda la vida.