Flora y fauna
Desde las primeras exploraciones realizadas en la Sierra Nevada, se han ponderado las excelsas características de su flora; sin embargo, aún no se tiene un inventario que se aproxime a su completa cuantificación. Distintos investigadores han expresado las limitaciones en lo referente a este conocimiento, calculando que se encuentra entre las regiones del país con más pobre recolección y análisis florísticos, con menos de 50 recolecciones por km², entre las áreas con bosques tropicales amenazadas por conversión o destrucción (Forero, 1988). Así mismo, se le ha considerado entre las zonas con bosques tropicales más importantes para planes de recolección, por encontrarse entre las regiones de Colombia más pobremente conocidas desde el punto de vista botánico (Prance y Campbell, 1988).
De acuerdo con apreciaciones de especialistas, la diversidad florística de la Sierra Nevada de Santa Marta, es considerada baja, especialmente en las selvas húmedas del flanco septentrional (Prance, 1982). Estimaciones elaboradas con base en la información del transecto Buritaca – La Cumbre y otras publicaciones dan un número de 1.800 especies de plantas con flores para la Sierra Nevada que se agrupan en 636 géneros y 164 familias (Rangel y Garzón, 1995). Según estos autores las cinco familias de plantas superiores con mayor número de especies y géneros son: Asteraceae con 70 géneros y 156 especies diferentes; Orchidaceae con 28 géneros y 87 especies; Leguminosae con 30 géneros y 68 especies; Poaceae con 29 géneros y 55 especies y Melastomataceae con 15 géneros y 57 especies. A su vez se establece que los cinco géneros con mayor número de especies presentes son: Solanum (Solanaceae) con 29 especies; Miconia (Melastomataceae) con 27; Peperomia (Piperaceae) con 22; Pleurothalis (Orchidaceae) con 21 y Piper (Piperaceae) con 18 especies.
En términos generales la diversidad florística disminuye con la altitud, pero en el mismo sentido aumentan los endemismos. Análisis recientes que han calculado un número aproximado de especies, géneros y familias presentes en las zonas de vida de media y alta montaña dan las cifras siguientes: en la selva subandina se encuentran 130 familias, 330 géneros y 651 especies de plantas superiores; en la selva andina, 105 familias, 237 géneros y 479 especies mientras que para el páramo se reportan 29 familias, 66 géneros y 109 especies (Rangel y Garzón, 1995).
Con base en análisis fitogeográficos se ha establecido que la flora de la Sierra Nevada tiene su origen en elementos de tierras bajas de clima cálido húmedo, sobre los cuales se ha dado un proceso de diferenciación marcada, después de los levantamientos orográficos ocurridos en los períodos Plioceno y Pleistoceno, cuando se calcula que esta montaña alcanzó sus máximas elevaciones (Hernández-Camacho y Sánchez, 1992). Estos levantamientos dieron lugar a la aparición de ambientes nuevos y ofrecieron hábitats propicios para ser ocupados por la flora que se venía diversificando en el cinturón de bosques de elevaciones medias, formados a partir de los levantamientos previos acaecidos en el medio Cenozoico, como parece ser el patrón general de la génesis de la flora alto montaña del norte de Suramérica (Van der Hammen, 1976).
Sin embargo, y de acuerdo con los estudios de fitogeografía, en la Sierra Nevada, también se nota la influencia de elementos andinos de distribución amplia que se propone deben haber arribado por la vía de la Serranía del Perijá desde la cordillera oriental.
- Mamiferos: La fauna de mamíferos de la Sierra Nevada de Santa Marta, está distribuida en 10 órdenes con 32 familias y 189 especies posibles que corresponde al 17,98% de las especies de fauna de vertebrados reportados. El actual estado de conocimiento de las especies presentes y/o posibles, permite ver que el grupo con mayor amplitud es el de los murciélagos, que alcanza cerca de 109 especies, seguido por el de los roedores, los carnívoros y marsupiales, entre los más importantes. En la Sierra Nevada, no se han capturado ejemplares de los insectívoros, mientras que de los murciélagos posibles, solamente el 35% se han colectado. Para el caso de los roedores unas 26 especies con el 78% de registros de colección verificables.
La escasez de primates en la Sierra Nevada, al igual que marsupiales, se evidencia por el bajo número de especies presentes lo que contrasta con la importancia que tienen en otras regiones del país. Los primates son el 2% de los mamíferos de la Sierra Nevada y el 7% en Colombia, en tanto los marsupiales están representados por el 6% y el 10% respectivamente.
Los mamíferos de la Sierra Nevada representan el 52,65% de las especies registradas para Colombia (Díaz et al., 1989), pero por falta de muestreos específicos y de consultas de referencia fue necesario presentar un listado de especies esperadas, que puede inducir a sobrestimar el número de animales presentes. Por otro lado, la falta de investigaciones e inventarios actualizados no permite conocer el nivel real de endemismos dentro del grupo de mamíferos.
Un análisis de órdenes de las especies reportadas para la Sierra Nevada, permite ver que los murciélagos son de 61% de los mamíferos, pero apenas el 39% de las especies registradas para el país. Esta diferencia porcentual puede deberse a una sobrestimación de especies, debida a la falta de colecciones que tengan una mayor amplitud en el muestreo. Solamente en el área del Parque Nacional Natural Tayrona, se reportaron 40 especies (Bejarano, 1981), que corresponden al 34,4% del total registrado para la Sierra Nevada y de las cuales 2 ya no son especies válidas.
La influencia de la fauna andina es evidente para la gran mayoría de los mamíferos registrados y al menos unas tres o cuatro especies, pudieron haber desaparecido desde 1954 en la Sierra Nevada de Santa Marta, por presión de cacería y pérdida de hábitat. No menos de otras 10 especies están actualmente en peligro por las mismas causas.
- Aves: La Sierra Nevada de Santa Marta, ocupa el 1,48% de la superficie del país y el 0,011% de la superficie emergente del planeta y en ella se ha registrado el 35,45% de las especies de aves de Colombia, cerca del 7% de las aves del mundo. La avifauna, está constituida por 19 órdenes, 60 familias, 381 géneros y 631 especies, ocupa el 60,03% de las especies de vertebrados registrados para la Sierra Nevada y contribuye con un 31,81% al nivel de endemismos. De los 21 órdenes registrados para Colombia, 19 están presentes en la Sierra Nevada. Así mismo, de las 27 familias del orden Passeriformes, 21 se encuentran en el macizo con 180 géneros y 318 especies. En este grupo se ha descrito la mayor cantidad de especies únicas para la Sierra Nevada. De las 14 especies endémicas, 9 pertenecen a los Passeriformes, 4 a los Apodiformes y una a los Psittaciformes. Dentro de los primeros, las especies endémicas se distribuyen principalmente en las familias Parulidae y Furnaridae.
Al menos 51 especies de aves presentes en la Sierra Nevada son migratorias y fueron registradas en el estudio ecorregional de aves migratorias en la Región Andina y Cono Sur, realizado por el Banco Mundial y World Wildlife Fund (Wurschy, com. Pers.).
El grupo de aves, debido fundamentalmente a sus características de dispersión y movilidad, es de difícil ubicación. Esta característica se presenta especialmente en el grupo de especies migratorias ya que requieren de condiciones de hábitat determinadas y solamente vienen cada año en busca de lugares de reposo.
- Reptiles: El grupo de los reptiles de la Sierra Nevada de Santa Marta, ocupa junto al grupo de los peces, el tercer lugar con aproximadamente el 8,79% del porcentaje total de los vertebrados presentes. Dentro de la escala de endemismos, este grupo representa aproximadamente el 27% del total de endemismos del macizo. Se componen de 4 órdenes, 18 familias, 63 géneros y 92 especies. Dentro de los órdenes sobresale el de las serpientes (Serpentes), constituido por 7 familias; el de los lagartos (Sauria) con 6; las tortugas (Testudines) con 3 y finalmente los cocodrilos (Crocodylia) con 2 familias. El índice de endemismo con respecto al total de especies de reptiles registradas es de aproximadamente el 13%; 11,54% del total de endémicas de Colombia y el 27,27% del total de endémicas de la Sierra Nevada.
En la distribución de géneros, se encuentra a la familia Colubridae como la principal, mientras que Alligatoridae, Crocodylidae, Amphisbaenidae, Scincidae, Crotalidae, Emydinidae, Geochelonidae y Kinosternidae tienen una sola especie cada una.
La distribución altitudinal por géneros para el grupo de los reptiles presentes en la Sierra Nevada es el siguiente: en la selva ecuatorial, 57 géneros; en la selva subandina, 22 géneros; selva andina, 3 géneros y en el páramo un género y constituye junto con los anfibios el grupo de mayor grado de conocimiento sobre su composición y distribución en la Sierra Nevada (Bernal-Carlo, 1991; Ruthven, 1922 y Pérez-Santos y Moreno en 1988).
- Anfibios: Los anfibios presentes en la Sierra Nevada de Santa Marta, comprenden 3 órdenes; 11 familias; 24 géneros y 50 especies de las cuales 17 son endémicas. El género Geobatrachus se presenta con una sola especie Geobatrachus walkeri y es endémico para el macizo. De acuerdo a la distribución de los géneros y las especies por familia de los anfibios de la Sierra Nevada, la familia Leptodactylidae tiene el mayor número de géneros y especies, mientras las familias Caecilidae, Centrolenidae, Dendrobatidae, Pseudidae, Plethodontidae, Renidae y Typhlonectidae, sólo se presenta con un género y una especie conocidos hasta el momento.
La distribución altitudinal de los géneros de anfibios indica que en la selva ecuatorial, de 0 a 1.100 msnm, se encuentran 16 géneros; en la selva subandina, de 1.100 a 2.300 msnm, 9 géneros; en la selva andina, entre 2.300 y 3.100 msnm, 4 géneros por encima de los 3.100 msnm o zona de páramo, un género.
Dentro de la representación de las clases vertebradas registradas para la Sierra Nevada, los anfibios ocupan el último lugar con aproximadamente un 4,70%, mientras que para los endemismos, representan aproximadamente el 38,63% de la fauna vertebrada del macizo.
La presencia porcentual de los anfibios de la Sierra Nevada, con respecto al total de las especies de Colombia, es de aproximadamente el 8,4%, con el 2,9% de endemismo con respecto a este total. Frente a las especies endémicas de Colombia, las de la Sierra Nevada de Santa Marta, presentan valores cercanos al 12% de acuerdo con los datos señalados por WCMC (1995).
- Peces: Es el grupo menos estudiado de los vertebrados en la Sierra Nevada de Santa Marta. Los pocos estudios que existen no sobrepasan los 1.000 metros de altura, lo que contribuye a mantener grandes vacíos acerca de su riqueza y composición. En la actualidad está representado por las clases Chondrichthyes y Osteichthyes (Actionopterygie), distribuidos en 13 órdenes, 33 familias, 73 géneros y 95 especies de las cuales, hasta el momento, no se reporta ninguna como endémica. El grupo de peces corresponde aproximadamente al 8,56% de la fauna de vertebrados registrados para la Sierra Nevada de Santa Marta.
De las 33 familias de peces al menos 7 son marinas principalmente; 5 son de condición intermedia, es decir, aguas dulces y salubres; y 20 son propias de aguas dulces. De éstas, la familia Characidae es la más dominante, representada por 14 géneros y 22 especies, mientras que las familias Anguillidae, Apteronotidae, Aspredinidae, Astroblepidae, Auchenipteridae, Callichthyidae, Centropomidae, Ctenelucidae, Cyprinodontidae, Dasyatidae, Erythrinidae, Gasteropelecidae, Haemulidae, Megalopidae, Paralichtyidae, Prochilodontidae, Syngnathidae y Synbranchidae están representadas por un género con una especie. La distribución de los peces por vertientes en la Sierra Nevada de Santa Marta, presenta 9 familias para la parte central de la vertiente norte, 24 para la parte nororiental y 15 para la suroriental del macizo.
Uno de los aspectos más importantes relacionados con la presencia de peces en los ríos de la Sierra Nevada, tiene que ver con la elevada pendiente y la consecuente rapidez del curso, lo que es claramente observable en los ríos de la ladera norte del macizo. Esto puede seleccionar e impedir, a modo de barrera geográfica, la distribución y diversidad de este tipo de fauna.